martes, 26 de agosto de 2014

A quien me robó

El sábado en la noche, no muy tarde, volvía a mi hogar acompañado de una persona. A pocas cuadras de llegar, se estacionó un carro frente nuestro, de donde se bajaron dos chicos, armados, para robarnos. La placa del carro, que era negro y medio antiguo, es la siguiente: DH-5810 (si desean hacerme un favor, denunciar este número).
Llegando a mi departamento llamé a la empresa telefónica para bloquear mi celular, al banco para bloquear tarjetas. A la policía para hacer mi denuncia.
Luego de todo esto, para relajarme un poco, decidí hacerle una carta al ladrón y aquí se las dejo.


A quien me robó:

Te preguntaré: ¿Qué edad tienes? Te vi como si tuvieses mi edad, ¿18, 19, 20 años? Y sales a la calle, con tus amigos a robar.
¿Por qué crees que tienes derecho a hacer eso? Cuando un hombre pobre trabaja en el campo recogiendo papas, un señor humilde maneja su taxi por las calles de Lima, una señora vende flores en un mercado para darle de comer a sus hijos… y tú, sí, tú sales a robar descaradamente, con una pistola en la mano y tratando de crear tu propia justicia.
No tienes conciencia real de la vida, ni de tu propia alma. Crees quizá que robar es hacerte el chevere, el aceptado, el más. Pero robar solo te hace un idiota, un descarado, un inmoral… y tu pistola, solo deja afirmar estas cosas que te digo.
¿Qué has hecho con mi celular? ¿Lo has vendido? ¿Lo estarás usando?… ¿Qué? Pues bien, te pido que, en caso de que lo uses, disfrútalo como yo no pude, porque no lo tuve en mis manos más de dos meses. No pude siquiera darme el lujo de lucirlo. Y en caso de que lo vendas… pues dile al comprador que es el mismo inmoral que tú, que ese celular tuvo un dueño alguna vez y se le fue arrancado de las manos bajo una injusticia que no se puede describir.
¿Qué has hecho con mi billetera? Tenía solo 20 soles, los habrás usado en trago, imagino. Y las tarjetas, de que te sirve la Bonus, la Vivanda, la de un club, la de un casino. Y la del banco, no te preocupes, ya esta bloqueada.
Si has creído que yo soy de esos que no piden justicia y callan por miedo estas en un error. No alzaré mi voz, pero si haré llegar mis palabras.
Ahora, no solo me robaste a mi, si no también a quien me acompañaba. Quizá te puedo decir que eres un poco caballeroso, al no alzar la pistola contra ella, no besarla contra su voluntad y menos manosear su cuerpo para saciar tu deseo degenerado.
Le robaste su mochila… ¡Salud! Espero que hayas tomado el ron que en ella se encontraba. ¿Qué harás con la anguila de peluche que guardaba ahí? Se bueno (aunque eso es dudoso) y dásela a un niño que quiera jugar. Y otra billetera más… ¡Qué suerte la tuya! Pero como dicen, a un golpe de suerte le viene otro de mala suerte, sí, las tarjetas ya están bloqueadas.
Ahora bien, hablemos sobre ti. ¿Cómo te sientes cuando robas? ¿Te sientes potente, imparable… Dios quizá? Aunque se puede dudar mucho de ello, porque Dios es justo y piadoso, tú no.
¿Qué sientes cuando portas un arma? Yo siempre quise una, pero la quise para hacer justicia, para disparar contra el demonio en la tierra, contra el maleante que no descansa… ¿Pero tu? Solo la usas para asustar a quien no encuentra paz consigo mismo, a quien no domina sus emociones.
Te seré sincero, no tengo ganas de escribir más esto. Solo quería dedicarte unas palabras, quizá un premio a la cobardía. Te quería hacer entrar en razón de quien eres, de lo que crees que haces bien y sobre todo de lo idiota, degenerado, inmoral, malo, etc. Que puedes llegar a ser.
Disfruta, con tus amigos esos, lo que nos robaste. Disfrútalo, realmente. Usa tu pistola para seguir creyendo que eres el “macho de América”, para seguir asustando injustamente a tus ciudadanos, quienes son en parte tus hermanos peruanos y también quienes quieren convivir en paz. 
Sigue jugando a ser el malo, pero no llores en la cárcel si te atrapan, no sufras en el infierno si caes. Sigue tu vida, sigue robando, sigue asustando, sigue siendo, lo que en mi familia se conoce como un hombre de vergüenza, aquel que es muy bueno (sarcasmo) para trabajar y ganarse la vida honradamente. Sigue así muchacho, tu y tus amigos sigan así. Que si la policía no se encarga, si la justicia no les cae… pues Dios verá que hacer con ustedes.
Un placer conocerlos, denunciarlos y ahora detestarlos.

Eduardo.

martes, 13 de mayo de 2014

Blue Velvet

La conocí en febrero. Eran las 7 pm y, a pesar del calor, estaba en terno. Me dirigía al hotel Marriot para un homenaje que le harían a uno de los mejores periodistas de la historia en este país. En esas épocas escuchaba mucho a Tony Bennet, y mientras conducía cantaba junto a el “Blue Velvet” (vestido azul). 
Una vez llegado al hotel, deje mi auto en el valet parking y me dirigí al ascensor. Miré la invitación: “Salón Bolivar, piso 3”, ya sabía, por lo menos, a que piso debía ir. Al salir del ascensor me encontré con una señorita que me guió al salón de eventos: “Aquí es, bienvenido”.  
Una vez dentro, entre saludos y saludos a personas conocidas, amigos entre otras personas que me fueron presentando la vi. Sentada, al lado de su hermana menor (supuse en el momento por el gran parentesco), estaba con un vestido azul, imponente antes mis ojos que por obligación debían perderse para saludar. Sin embargo, a pesar de la gran separación (ella en una esquina, yo en otra) mi vista la trataba de seguir siempre. Debía verla desde sonreír hasta bostezar, simplemente debía verla.
Una vez finalizado el homenaje, con ese valor que solo los marineros tienen para adentrarse en altamar fui a hablarle. No sabía que decir, temía que mis ojos recorran su cuerpo y ella pensase mal. Tenía miedo de todo en ese momento. Pero la hora pasaba y de aseguro ella tendría que irse. 
Con valor fui y me presenté: “Buenas noches, soy Marcos Birman, me pareces conocida. ¿Donde nos hemos visto?”. Parece que este truco ya se lo hicieron varias veces, puesto que ella solo sonrío y me dijo: “No nos conocemos y nunca nos vimos, con permiso, debo seguir”. No pude despedirme de ella. Mi frustración, grande, me obligo a salir del homenaje e irme a mi hogar. Sí, creí todo había acabo ahí.

No negaré que pensé en ella semanas, meses y hasta hoy, después de todo lo vivido:
Lugo de dos semanas del homenaje tenía la gran necesidad de verla de nuevo, pero ni siquiera sabía su nombre, eso hacía algo imposible el volverla a ver. Por suerte tenía un gran dato: Ella era la sobrina de un gran periodista, quien trabajaba con mi padre. Aproveche este dato para pedir uno de esos favores que pueden valer hasta la vida y después de larga insistencia, mi padre accedió a preguntar como se llamaban sus hijos (para hacer un poco de conversa) y luego sus sobrinas. Por lo menos ya sé que ella se llama Lisa. 
Ahora era necesario buscar a alguien que la conozca. Hay cosas que uno nunca entenderá y lo que pasó a continuación es uno de esos milagros inexplicables. En la universidad, hablando con una amiga, le conté de Lisa y como ella y su vestido azul me conquistaron en simples segundos. Ella saltó y me pregunto: “¿Lisa?, ¿No es sobrina de un periodista?” . Yo asentí con la cabeza y mi amiga, entre risas, me comentó: “Es, bueno, era mi compañera de clases”. No pude procesar esa información en ese momento. Demoré un poco en entender la situación, al fin era posible que la vuelva a ver. 
El tiempo y mi amiga se encargaron de unirnos de nuevo. Primero en una fiesta con varias personas en la qué, realmente, no pude hablar con ella y luego personalmente. La típica, ellas salen a tomar un café y aparezco de un momento a otro. Ese plan, aunque no se puede creer, funciono. Me aparecí, mi amigo nos presentó y esta vez fue ella, Lisa, quien dijo: “Nos conocemos de algún lado, pero no recuerdo”. En ese momento le dije, igual que ella el día que la vi por primera vez, que eso no era verdad. 
Con el tiempo empezamos a salir, hablamos, por supuesto de dos meses luego del homenaje. Sin embargo, igual que como empezamos a salir, dejamos de vernos  y esto se empezó a hacer más y más frecuente (no quiero dar detalles por el dolor aún interno). Yo llevo una vida agitada, trabajo y estudio, no podía dedicar todo mi tiempo a ella por más que quisiese. Y ella, bueno, ella simplemente quería dejar de verme. 
Nunca nos hemos despedido formalmente, quizá, como la primera vez, ni siquiera me despedí. Pero aún así, todavía, cuando me recuesto en la cama o estoy en el auto y escucho a Tony Bennett cantar “Blue Velvet” no puedo evitar una sonrisa, un recuerdo y un pensamiento exigente que pide volver a verla. 
Habré conocido a muchas mujeres, varias me habrán gustado, pero ninguna me impacto tanto a primera vista como ella y su vestido azul. Esta vez realmente me enamore a primera vista. 

Aún la busco, en mis sueños, en mis escritos, en mi vida. Aún la veo con ese “Blue velvet”, en cada mañana dormida o en cada noche despierta.



Eduardo

jueves, 17 de abril de 2014

Innuendo

¿Por qué Innuendo es mi disco favorito? ¿Por qué digo que se puede apreciar cada canción siempre y en cada momento?:

Innunedo: Está canción llama a toda persona a entrar en un estado de meditación con el paso de la letra. La letra indica como Freddie, sabiendo que moriría, trata de interpretar el mundo con frases fuertes y verdaderas como: "Vivimos en un mundo de traición, superstición y religión formada".

I'm going slighty mad: Para cualquier persona que sienta que está loca esta es su canción. Se puede oír perfectamente cuando una persona siente que no es entendida por la sociedad. ¿Quieres un poco de surrealismo? Escucha está canción y siente como la enfermedad de Freddie lo volvía loco pero el siempre mantenía una buena actitud.

Headlong: De está canción no hay mucho que decir. ¿Quiere animarte escuchando a Freddie? Está rola es la indicada por su tono.

I can't live with you: Si tienes a algún familiar falleciendo, o algún familiar que viaja para vivir lejos esta es la canción correcta. Trata de el amor a una persona, como se puede vivir sin ella a la vez que no se puede. Una canción para todo momento.

Don't try so hard: El nombre lo dice todo. Si te sientes perdido, sientes que alguien no te entiende o te trata mal. Sientes que tu mundo se desmorona... escucha está canción y guarda la calma, no trates de esforzarte en algo que no saldrá bien.

Ride the wild wind: Para mí una de las canciones más movidas de este disco. Puedes escucharla en tu auto, en tu casa o donde sea y sentir el viento en tu cara. Lo tienes todo, solo necesita correr a hacerlo.

All God's people: Siéntete bendecido al escuchar está canción... Nos recuerda que Freddie, por mal momento que pasaba no perdía la fe ni en Dios ni en la humanidad. Escuchala cuando creas que todo está perdido y Dios te abandono.

These are the days of our lives: Quien no lloro con esta canción... Ideal para cuando desees recordar momentos compartidos con alguien que no está más en tu vida, pero eso sí, ten un pañuelo a la mano. Y recuerda disfrutar cada momento de la vida.

Delilah: ¿Tienes un gato, perro o alguna otra mascota y la amas? Pues escribe una canción como está. Una canción que demuestra el amor de Freddie por sus gatos. Una canción para escuchar en momentos donde estés sonriendo por algo que tu mascota haya hecho y te hizo reír.

The hitman: Súper rockera esta canción. Se dice que Freddie se la dedico al VIH (siendo esto no oficial). Escucha este tema cuando desees rockear. Y también cuando te sientas todo poderoso.

Bijou: Una joya. Se la dedique a la chica que me gustaba por la simpleza de la canción. Un solo de guitarra que llega al alma, con una voz suave de Freddie imponiendo amor... y el final: "My bijou" como un suspiro es un alivio al corazón siempre.

The show must go on: Al igual que Innuendo, cuando tienes dudas de tu existir, de que haces por aquí, etc. Está canción te despeja dudas y te da un alivio inmediato. Recuerda que todo lo que pasa tiene solución y sino "la función continua".
Recordemos bien que Freddie se fue y sin embargo la función continuó, si no no estarías leyendo esto.




Eduardo.

lunes, 7 de abril de 2014

Maldita ternura.

He vuelto a escribir después de tiempo, me han estafado he de decirles. Resulta que mi computadora, sí, la que aguanta mis letras y versos, decidió morir hace 6 días. Pero ya volvió a su rutina, la de escribir y dejar un recuerdo de mis letras.
Optaré por empezar dedicándote estas letras, estos parráfos y quizá este texto completo.
Maldita ternura. És qué te alegre tardes y noches. Es qué te hice reír cada vez más. Te hice sentir la reina que merecías ser. Me pagas con tú maldita ternura.
Fuimos, quizá, los novios que nunca se besaron pero que siempre se escucharon. Yo que comprendí tu dolor y sequé ciertas lagrimas que tal vez hasta tu corazón sintió.
¡Maldita ternura carajo!... aquella que me hizo sentir algo en vano por ti.
Se que has fingido, tal vez, ciertas risas. Se que darte la mano antes de cruzar delante del semáforo, vernos y sonreír era simple rutina y tratar de sentir tu suave piel.

Si me dejas preguntar: ¿Te acuerdas aquella vez en donde me contaste un problema personal y lloraste? ¿Recuerdas mi dedo secando tus lagrimas y tu suspiro de alivio en ese mismo momento?
Será que fue fingido.
Maldita ternura será el recordar aquellas noches frías de noviembre, cuando te pasaba a buscar o tú venías a buscarme, salíamos juntos mientras caminabamos mirándonos, quizá tiernamente, quizá falsamente. Y reitero cada vez que nos agarrabamos de la mano, del brazo y cruzabamos la pista, yo rogando que no me sueltes y tú, como en un juego de niños lo hacías pero siempre con una sonrisa juguetona y delatadora de cierto pensamiento curioso.
Y es que pasaré toda mi vida lamentando esta maldita ternura en la que caí. En el juego del falso amor, como todos.
Creo que nuestra historia amorosa, imaginaria, falsa... se define en dos palabras: Maldita ternura.

Eduardo

domingo, 23 de marzo de 2014

Amante parisina

Era ir a la cama con ella, solo que ella no existía realmente. Era un viejo recuerdo de cuando viví en París y cuando dejé de ser un niño y pasé a ser un ilustrado.
La habré conocido en algún café cercano al hotel donde me hospedaba en la calle Rue De Lyon. Siendo ella muy joven aún, diría que no tenía más de diecinueve años, era una chica muy ilustrada y con muchos conocimientos, desde ciencias hasta literatura, lo que ambos amábamos y lo que me había llevado a la capital Francesa. Pensamos siempre que veríamos, sin saber como a Fitzgerald, que tal vez nos encontraríamos con Gatsby en algún sueño juntos.
Sentía mi corazón latir mil veces más rápido cuando estaba junto a ella, Camille. El amor me hacía feliz, el alcohol me hacía expresarlo y París nos volvía amantes.
Escribíamos poemas juntos, poesía pura salida del corazón humano de ambos. A veces, cuando discrepábamos en algo, tirábamos una moneda a ver quien tenía la razón (ganaba yo por cierto).
Escribíamos cuentos juntos, ella con un tono humorístico y yo con cierto drama que todo cuento debe tener. Ella escuchaba Edith Piaf y yo Jaques Brel.
Ella moría y yo vivía. Es una triste realidad. Despertaba cada mañana solo, abría los ojos y ella ya no estaba al lado mío, como siempre, había desaparecido.
Llego un tiempo en que solo la veía de noche, tenía que recorrer bares y cafés para encontrarla. La encontraba y no me hablaba hasta que pasaba un cierto tiempo, no menos de veinte minutos. Salíamos junto, abrazados y nos dirigíamos a mi hotel, donde pasabamos la noche escribiendo y discutiendo de poesía, cuentos, ciencia, letras y amor.
Poco a poco nos dejamos de ver. Ciertas noches no tenía, debo aceptar, las ganas suficientes de salir a buscarla y recorrer medio París solo para verla y que desaparezca cada mañana.
Fue una mañana de abril, luego de muchos años, cuando saliendo a encontrarme con unos amigos la volví a ver, ya no era joven ni era mi amada, solo era Camille, una dama más.
La quise saludar pero preferí dejarla seguir su camino. Tal vez un camino de olvido...

Eduardo

martes, 28 de enero de 2014

Entrevista de Periferia

Hoy día en la tarde, mi amigo Miguel Angel me entrevisto para su blog: Periferia- Noticias (hacer click para ver el blog).
La entrevista trato sobre el tema del holocausto nazi aprovechando que el 27 de enero fue el día de conmemoración para este terrible hecho.
Les dejo aquí, para que puedan leer:
La entrevista: http://periferianoticias.blogspot.com/2014/01/la-educacion-es-la-clave-para-evitar.html
La solución que fallo (entrada de este blog por el día de conmemoración): http://poderosaafroditablog.blogspot.com/2014/01/la-solucion-que-fallo.html
Cristales caen (conmemorando un año más de la noche de los cristales rotos): http://poderosaafroditablog.blogspot.com/2013/11/cristales-caen.html

Por último, ¡Miles de gracias Miguel Angel!, te debo una.



¡NEVER AGAIN!

Eduardo

lunes, 27 de enero de 2014

Extraño en el paraíso

Después de ver "Casino", sin duda, mi película favorita de Scorsese me puse a pensar en que escribir para Poderosa Afrodita. Admito que hoy estoy falto de creatividad, nada se me viene a la mente. Sin embargo hoy fue un día excepcional, no solo tuvimos 350 visitas en un solo día (récord para este blog) si no también que hoy estuvimos compartidos por Twitter como nunca. Me conecte a las 5 am a Twitter, puse una entrada de este blog como respuesta a una pregunta y en cuestión de minutos esa respuesta fue marcada como favorito para 25 personas. En horas esa entrada fue retwitteada por 16 personas y así.
Unas horas después de todo este éxtasis al ver los resultados en Twitter empecé, como siempre, a idear ideas para el blog en mi pizarra. El problema es que mi pizarra se llena de ideas que van para otras fechas, ya que por el momento no me satisfacen. Ninguna de esas ideas me convencieron al final, mas bien me traicionaron. Falto de creatividad me puse a escuchar Tony Bennet (uno de mis cantantes de Jazz favoritos) y la primera canción que sonó en mi computadora: "Strainger in Paradise".
Una canción que llena mi alma como ninguna otra. Una canción simple y sencilla, llena de amor y sentimientos... y es que, como dice la canción: "Abre tus brazos de ángel para este extraño en el paraíso". Una canción pura y sencilla, que al oidor satisface, brindándole así un momento de calma y felicidad interna. No importa si eres soltero/a, casado/a, viudo/a o divorciado/a, esa canción te hace sentir como si estuvieses en compañía de la persona ideal para ti o la persona que amas.
Simplemente, esta canción te hace sentir como un extraño en el paraíso:



Eduardo





domingo, 26 de enero de 2014

La solución que falló

27 de enero, fecha de la liberación de uno de los lugares más terroríficos sobre esta tierra, un lugar despiadado y tétrico, oculto ante los ojos de Dios y ante la inocencia de un pueblo que creía hacer el bien. Un lugar donde el hombre se volvió asesino y donde los judíos (así como gitanos, homosexuales, etc.) se volvieron personas sin alma. Un lugar llamado Auschwitz.
Sin embargo, que no se hable mucho de liberación. Un sobreviviente a este terrible campo de concentración y exterminio masivo recuerda: "No fue una liberación total, un día se fueron los nazis y al otro llegaron los soviéticos".
27 de enero, día mundial del holocausto ocasionado por los nazis bajo la palabra de, como dicen muchos, el demonio que paso por esta tierra: Adolf Hitler.
En un post que hice el 10 de noviembre del año pasado, conmemorando una fecha más de la noche de los cristales rotos (hacer click para ver ese post), escribí un párrafo, fuerte, pero cierto: "En el corazón de la civilizada Europa, ayudado por el asentimiento silencioso de muchas naciones y pueblos del mundo, un viento de movilización y hostilidad racial, un viento de maldad fustigó a un continente para lanzarse a una orgía de muerte sin sentido. 6 millones de hombres y mujeres judíos, entre ellos un millón de niños, fueron llevados por otros seres humanos a la muerte por gas y fuego, sus cenizas fueron esparcidas desde chimeneas de Auschwitz para confundirse con la suave brisa del aire y caer, sin nombre y sin tumba, repartidas sobre un continente que se había convertido a su vez en un cementerio."

Mi deseo es llamar a la reflexión a ustedes, todos ustedes. Pedirles que por un momento se pregunten: ¿Tenían alma los nazis al apretar el gatillo?  ¿Qué impulso a los nazis a perder su alma para volverse unos asesinos? Y es que como dice un dicho: "Orador fuerte, oidor débil". 
Aún quedan pocos sobrevivientes de lo que se considera la peor masacre de la historia, sobrevivientes que, a pesar de haber vivido más tiempo en libertad y paz, derraman aún sus lagrimas, gotas cristalinas de dolor eterno al recordar el momento donde la humanidad de un hombre se alejo de este para darse el lujo de apretar el gatillo o verter Zyklon B, y, a pesar de oír gritos de dolor, hacerse el sordo. 
Fuera de estos sobrevivientes, hay jóvenes y adultos que sienten vergüenza de ser humanos al escuchar a alguien decir: "El holocausto nazi es falso", "es una historia inventada por los judíos", y esa palabra que hace que cualquier judío se retuerza por dentro, que su corazón llore internamente: "Holocuento" Y es que la ignorancia humana no tiene limite, pero más que la ignorancia, el corazón de algunos, corazón de piedra, no tiene ningún sentimiento por otros, otros humanos a los que ellos, igual que los nazis, los ven como personas sin alma, personas que no sienten el dolor y creen que puede golpear y masacrar. Y si es que no creen hagan click aquí y vean esto, de hace 3 años nada más: http://peru.com/2012/08/31/actualidad/internacionales/neonazis-golpean-y-engrapan-boca-joven-judio-noticia-83832 
Es hora de recordar y jamás olvidar. Jamás olvidar que somos todos iguales, con una boca, oreja, nariz, cuerpo y sobretodo un alma.

Les dejo está imagen, para que sientan, en 8 palabras, el dolor que se vivía bajo el dominio nazi.



Eduardo



sábado, 25 de enero de 2014

Riesgo en el juego

Ir al casino, apostar, perder. Volver a apostar, volver a perder. Apostar de nuevo para perder de nuevo. Ahora cambiemos esta primera oración por: Ir al casino, apostar y ganar, volver a apostar, volver a ganar. Apostar nuevamente, ganar de nuevo... De ser así eres un suertudo. Pero seamos realistas, eso es casi imposible a menos que: O tengas mucha suerte o hagas trampa, de cualquiera de las dos maneras la casa gana.
Esta publicación va como una crítica a tres tipos de personas: Las que creen que son unos maestros del juego. Las personas que creen que casino es igual a mafia y las personas que creen que ir a un casino es trabajar ganando dinero fácil.
Ir al casino es divertido para muchos, pero recordemos que la diversión por lo general se puede volver una adicción. Pero en este post olvidemos esa última palabra, no vengo a criticar a ludopatas perdedores que no tienen nada que hacer por su vida mas que ir a gastar su sueldo. Como una anécdota pequeña contaré que una de mis múltiples visitas al casino vi como un padre de familia se gasto 700 soles en la misma mesa donde me encontraba. Primero apostó cien, y en vez de jugar con paciencia, apostó los cien de una, así fue perdiendo 700 soles en menos de treinta minutos.
Empecemos hablando de aquellas personas que se creen unos maestros del juego. Aquellas personas que van al casino y apuestan seguro... pero que al final pierden todo por no saber cuando retirarse. El juego es probabilidad, no creo en la suerte a la hora de jugar mas si en estadísticas y probabilidades. Por ejemplo, si en blackjack el dealer o croupier tiene una figura, es más probable que luego de esa figura tenga un número bajo y tú seas el de la figura. Einstein dijo una vez: "El azar no existe, Dios no juega a los dados". Y yo le creo completamente. Amigo, no vayas a apostar creyendo que eres ese Dios que no juega a los dados. Anda a divertirte mas no a enviciarte con el juego sabiendo que, como mencione y seguiré mencionando: La casa siempre gana.
Ahora quiero hablar de las personas que consideran que casino es siempre mafia, que ir al casino, entrar en el ya es entrar en la mafia. Un casino es seguro mientras tu no seas un estúpido y con esto me refiero a que es seguro mientras no estés hablando con cualquiera y cayendo en juegos con las personas. Si ganas mucho dinero y decides retirarte, date dos vueltas por el casino, juega un rato en la maquina tragamonedas y sal seguro del casino, sabiendo que si alguien te perseguía ya te perdió de la vista (esto casi nunca pasa). El casino es, se sabe, una fuente de mafia por el dinero que produce. Se sabe que el casino tiene dueños mafiosos, etc. Si no, te recomiendo ver la película Casino, de Martin Scorsese. Pero entiende algo, la mafia no te busca a ti, no le debes nada y no tienen interés por ti, menos eso, ni que fueses un Al Capone, menos un Bugsy Siegel. Así que tranquilo, anda y diviértete. El peligro no esta en la mafia que controla el casino si no en la gente que esta en el casino, personas desconocidas que a veces te hacen el habla para sacarte información o robarte (en el caso más estúpido). No seas idiota, no hagas habla con quien no conoces y si la haces, que sea en una mesa de juego y listo, te retiras sin dar información y nada más.
Por último, criticaré a aquellos ilusos que creen que en el casino ganarán su sueldo. La frase, repito, "la casa siempre gana", no fue inventada por las puras y es, de hecho, la frase más cierta de todas las que hay sobre esta tierra. La única manera de ganarte el sueldo en el casino es con trampa, pero más que tu sueldo, lo que ganarás es un golpe y bien duro. El casino te quita tu sueldo, no te lo da. Así que no vayas a apostar creyendo que ganarás para vivir, no lo harás y perderás hasta quedar en la ruina, no es mentira, hay miles de casos. Gana tu sueldo honestamente, con trabajo y sudor. Separa, si te gusta jugar, unos cien o doscientos soles (depende cuanto te paguen) al mes o cada dos semanas y apuesta solo esa cantidad, ni más ni menos.

Para terminar una canción, la favorita de todos los jugadores. Si vas al casino pronto, te deseo la mejor suerte y si crees en Dios, ojalá ese Dios juegue a los dados.










Eduardo

jueves, 23 de enero de 2014

Tango a la medianoche

Entró el detective Moe Spitz por la puerta del prostíbulo exactamente a la una y media de la madrugada, justo después del misterioso asesinato de un señor no identificado en la habitación número 105. Mientras Moe caminaba por el pasillo se asqueaba de ver a mujeres pidiendo sexo por unas cuantas monedas.
Una vez parado frente a la puerta de la habitación 105 dio un fuerte suspiro, abrió la puerta y empezó a toser. El humo del cigarro tapaba la visión. Lo poco que se veía eran colillas tiradas por el suelo, a simple vista unas treinta, pero contadas habían sesenta. Sonaba como música de fondo un tango argentino, tal vez de Gardel o tal vez de Julio Sosa. Cuando el humo se empezó a dispersar el detective notó un mano bañada en sangre al filo de la cama. Moe como nunca bajo la cara y puso una expresión de desagrado.
El detective estaba un poco extrañado, no entendía como pudo haber un asesinato en un burdel muy transitado y que nadie se haya percatado de esto más que otra prostituta, que al comunicarse con él y comentarle lo que vio en la habitación 105 fue a trabajar de nuevo.
Era hora de ponerse a trabajar e interrogar a todas las personas en el burdel. ¿Quien trabaja en la habitación 105? ¿A qué hora hay cambio de prostitutas? ¿Cuantas prostitutas trabajan en total? entre otras preguntas. No llego a ninguna conclusión. Al parecer la prostituta que trabajaba en la habitación 105 no se había presentado esa noche a trabajar. Moe trató de descubrir el nombre de la prostituta, pero se nota que las mujeres ahí solo trabajan y nada más, porque nadie se lo supo decir. El detective entonces trato de averiguar el nombre del señor que se hallo muerto en la habitación, nadie lo sabía, ni si quiera la mujer de la recepción.
-¿Qué acaso no piden documentos al entrar?- Pregunto Moe a la mujer de recepción.
-Si lo hacemos, pero al parecer el hombre siguió de largo- Le contesto la mujer.
-¿Siguió de largo? ¡¿Siguió de largo?! ¡Bah! ¡Patrañas, puras patrañas!- grito desesperado Moe al darse cuenta que no iba a encontrar nada que lo ayudase a resolver este extraño caso.
Sin embargo el detective era un apasionado a su labor, fue en contra de sus principios y entró nuevamente en la habitación 105 para ver el cadáver y tratar, de alguna manera imposible, identificarlo. El ambiente de la habitación era muy tétrico, una tenue luz de una vela roja en una esquina era todo lo que alumbraba el cuarto y el tango, que le ponía los pelos de punta, seguía sonando. El detective, nuevamente asqueado por el cuerpo encima de la cama, bañado en sangre, decidió revisarlo, sin importar cualquier evidencia. Empezó a revisar el cuerpo poco a poco, la cara del hombre asesinado estaba tapada por las sabanas. Moe trato de buscar heridas de bala o de algún cuchillo, pero fue inútil. No habían heridas de ningún tipo. Cuando el detective levanto la sábana para ver la cabeza del hombre salto del susto, vio, en plena oscuridad que el cadáver era él mismo. Manteniendo la calma decidió buscar la vela que se encontraba en la esquina del cuarto, acercarla a la cara del hombre que yacía en sangre y fijarse mejor. ¡Era él! ¡Era Moe!... El detective sin poder creer lo que veía, pálido, noto que en la pared se encontraba una frase escrita en sangre, la cual decía: "Fumar es un placer, genial y mortal".






Eduardo

miércoles, 22 de enero de 2014

Muerte sin importancia.

"La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos."

Antonio Machado





Alguna vez te has puesto a pensar en lo egoísta que somos cuando nos enteramos de un fallecimiento. Si se muere un familiar, amigo o conocido, tu vida se derrumba y las lagrimas caen sin parar. Pero si lees que falleció una persona que no conocías... ¿Te afecta en algo?. Si bien hay personas que lloran sin parar con un fallecimiento cualquiera (incluyendo de personas desconocidas a este) también hay personas que no lloran ni sienten algo  cuando fallece una persona cercana o desconocida. Ese es mi caso, por el cual me critican mucho, diciendo cosas como que soy un "sin alma" un "desgraciado" y un "incomprensible".
Muchas personas me preguntan: "¿Por qué no tienes alma cuando fallece alguien, por qué no lloras ni te pones triste?" Bueno pues, a todas esas personas que no entienden el por qué aquí lo podrán leer. Espero su comprensión. 

Crecí en una casa donde el padre de familia es un guía espiritual, no importa de que religión. Como mi padre es un guía espiritual es muy normal que por lo menos una vez al mes suene el teléfono y sea una persona llorando comentando que falleció o su marido, hermano, padre, madre o en el peor de los casos, su hijo/a. Ya se debe ir imaginando, un niño de 4, 5, 6 años en adelante contestando el teléfono y escuchar una voz, de alguien conocido avisando la muerte de otra persona conocida. Como a veces suelo decir: "Eh crecido entre lagrimas de muerte". Cuando se aprende a lidiar con tragedias desde pequeño, estas se hacen cada vez menos impresionantes hasta llegar a ser vistas como yo veo la muerte: Algo que pasa y ya. 
A pesar de decir al inicio que las muertes de conocidos no me hacen llorar y no me causan ningún efecto, eh mentido un poco. Si bien es cierto que no lloro al enterarme de la muerte de alguien, empiezo a recordar momentos al lado de esta persona, por más que hayan sido 1, 2, 3... 10 o más. Sin embargo es solo un recuerdo momentáneo que se pasa en 5 minutos y todo a la normalidad de nuevo. 
Considero que solo me podría poner mal y llegar a llorar solo por dos fallecimientos (incluyendo a mi familia cercana que no mencionaré) : 
-Miguel Angel
-Diego (el otro escritor de este blog)

Así es señores, soy una especie de roca, un hombre de acero frente a las muertes. 
Otra cosa que quiero dejar en claro es que no le tengo miedo a morir (excepto si es con dolor y sufrimiento). Es por ello que siempre ando bromeando con mi muerte y no descarto la posibilidad de morir pronto, total, uno nunca sabe que pasará en el futuro. Eh estado agarrado de la mano con la muerte 3 veces. Creo que la peor vez fue cuando me atragante y no podía respirar, desde ahí cambie la concepción de lo que es la muerte para mi. Uno muere, no ve ni siente a los demás. Uno muere y muere. ¡Uno muere y se le acaba todo!. No debes temer a morir y menos por, como dicen muchos, tu familia y la gente que te rodea. Señores, repito, mueres y mueres, no es que mueres y sientes a tu familia sufrir, ¡NO!, mueres y se acabo.

Es todo lo que debo decir. Pero antes de acabar quiero dejarles la canción que deseo que suene en mi funeral, y que mi último deseo es y será ser enterrado con el Vinilo de Innuendo, mi disco favorito de Queen.



Eduardo



martes, 14 de enero de 2014

El verano, la playa y el pendejo.

Esta publicación está dirigida a todos aquellos pendejos que se hacen los cheveres para impresionar a una chica, pero sobretodo para aquellos pendejos que van a la playa, no a disfrutar del soy, la arena o el mar, no, si no para los que van a ver mujeres porque no tienen nada mejor que hacer.
Comencemos hablando de aquellos que se hacen los surfistas sin saber como rayos subirse a una tabla, aquellos que tiene una tabla de surf y que la llevan a la playa, se sientan en ella y esperan que alguna chica pase a hablarles. Compañero, eso no sirve. No seas idiota y no pierdas tu tiempo. Algunos dirán que exagero, que esto no ocurre, pero créanme que sí. Si no recuerden la famosa película de Carlos Alcántara, nuestro querido Machin. No hay una escena donde va a la playa y se hace pasar por surfista (hacer click para ver la escena) solo para impresionar a unas "gringas" como llaman algunos a las mujeres.
Hay varios casos como este y el resultado final siempre es el mismo, quedas como un huevón ante las personas que te ven, porque en realidad lo eres. Amigo, una recomendación con cariño: No pierdas tu tiempo haciéndote pasar por quien no eres. Mejor pierde tu tiempo con otras cosas.

Ahora quiero hablar de otro tipo de pendejos, aquellos que van a la playa solo para ver a las mujeres. Compadre, ¿Qué no sabes que tu mirada incomoda?, ¿Qué acaso no te das cuenta que pones una cara de imbécil cada vez que pasa una chica?... Pareciese que no. Lo peor es cuando van en grupo, nada peor que un grupo de pendejos mirando y hablando de lo que ven:
-Oe mira que tal culo
-Puta brother, aplico nomás.
Es gracioso, porque cuando hablan de esto, no solo sus miradas incomodan, si no que las palabras también. Parece que estos pendejos no saben hablar en voz baja y gritan... ahora quiero saber: ¿Por qué?, ¿Por qué gritas? Si quieres llamar la atención párate y baila en medio de la playa, pero no grites cosas que sabes que ofenden a las chicas. No seas idiota. Mejor quédate en tu casa a ver porno, donde una actriz decide desnudarse ante las cámaras para ser vista a ir a la playa a incomodar a chicas.


Por último, para aquellas parejas no olviden que en sur el amor se hace mejor.
A disfrutar de verano!




Eduardo